Ongi ezagutu nuen baseliza hau eta baita
bere inguruetan gustura jolastu ere. Auzoko gizarte bizitzari oso lotuta egon
zen, eta kanpaiak jotzen zuenean hara biltzen ziren auzokoak. Azken meza 1962an
izan zen. Ana Isabel Ugalde historialariaren hitzekin uzten zaituztet:
ARGAZKIA ETA KOMENTARIOAK: RAFA GARAY
Conocí
muy bien esta ermita y los alrededores en donde jugábamos, Estuvo muy unida a
la vida del barrio, y cuando tocaba la campana se reunían los vecinos en aquel
lugar. La última misa se dijo en 1962. Os dejo con las apreciaciones de la
historiadora Ana Isabel Ugalde:
“La antigua ermita de San Josepe, era un
pequeño templo con forma casi cuadrangular de 15, 5 x 15, 8 metros. Tenía dos
puertas, una de ellas formada por un arco de medio punto con hermosas dovelas
de un tamaño considerable.
El interior estaba dividido en dos naves. Una de ellas dedicada a la Virgen Blanca (imagen expuesta hoy día en el Museo Diocesano de San Sebastián) y la otra a San José. José Uribesalgo fue el último vecino encargado del cuidado de este humilde pero hermoso templo y la última misa se celebró en 1962, a petición de los jóvenes del barrio de San Andrés.
Esta iglesia, siempre estuvo
ligada a la vida social de ese bello barrio. Allí se reunían los vecinos cuando
tocaba la campana, que fue rescatada por los moradores, antes de la destrucción
de la pequeña espadaña del templo.
Allí se celebraba el día del
Patrocinio de San José (una fiesta móvil que se HAVÍA pasado el Domingo de
Resurrección) y en la explanada que actualmente está llena de piedras de la
cantera, bailaban los vecinos en las celebraciones festivas del barrio”
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